EL ARTE GÓTICO EN SEVILLA.

EL ARTE GÓTICO EN SEVILLA

1. Introducción
Sevilla llegó a tener una importancia excepcional durante la Edad Media, así como también una gran población, pues no en vano la ciudad fue elegida en Al-Andalus como sede de la capital del imperio de los Almohades, una poderosa tribu del norte de África que toma el relevo sobre los Almorávides en el mando del territorio islámico en la península Ibérica durante los siglos XII y XIII.
El perímetro urbano de Sevilla era muy extenso en 1248, año en el que se produce su reconquista por las fuerzas cristianas al mando de Fernando III el Santo, quien se encontraría con una enorme ciudad dotada de un notable número de mezquitas repartidas por todo su interior; mezquitas que en un primer momento y como medida de urgencia serían consagradas de inmediato al culto cristiano para el uso religioso de la población resultante tras el nuevo marco social y político surgido a partir de la toma de la ciudad. 

Según algunos autores, el gran despegue del mudéjar de las iglesias sevillanas comienza a partir del terremoto del 24 de agosto de 1356 -aquél en el que las santas Justa y Rufina aguantaron la Giralda, según la iconografía tradicional-, que provocó el desplome de la mayor parte de las veinticuatro parroquias de la ciudad, que hasta entonces eran sencillamente las viejas mezquitas existentes, bendecidas y "cristianizadas".
Así, estas mezquitas se irían reemplazando paulatinamente por las nuevas iglesias cristianas; pero éste era un momento todavía poco apropiado para acometer costosas empresas constructivas, por lo que se aprovecharía parte de las construcciones existentes, el bajo coste de materiales "pobres" como el ladrillo, la madera o el yeso, y la abundante mano de obra de su población mudéjar (población de origen musulmán que decide convertirse al cristianismo para no ser expulsada de la ciudad).
Surge así un nuevo tipo de iglesias, las denominadas gótico-mudéjares, que combinan la tradición islámica local con el arte gótico que aportan los vencedores llegados desde las tierras de Castilla. Son iglesias pequeñas y modestas que se levantan desde la segunda mitad del siglo XIII y hasta el siglo XV, y de las que afortunadamente nos han quedado muchos buenos ejemplos, algunos lógicamente muy modificados por las distintas transformaciones realizadas a lo largo de los siglos y hasta nuestros días.
Emparentadas con el magnífico grupo de las iglesias fernandinas surgido en Córdoba en condiciones similares, las iglesias gótico-mudéjares de Sevilla cuentan con unas características propias que las hacen fácilmente reconocibles. 

2. Caracterísicas de las Iglesias
 Planta
La planta de estas iglesias se caracteriza por ser de forma rectangular alargada y suelen presentarse inicialmente aisladas, con sus cuatro fachadas vistas. Cuentan siempre con un total de tres naves, siendo la central más ancha y alta que las laterales, sobresaliendo en ellas el ábside del cuerpo central, profundo y alargado, de planta poligonal y generalmente precedido por un tramo rectangular inicial. 
  
Estructura

La estructura de las iglesias gótico-mudéjares sevillanas está constituida siempre por gruesos muros de ladrillo que se levantan cerrando todo su perímetro y también en sus pilares centrales que, de planta rectangular o cruciforme, se organizan según dos hileras paralelas al eje longitudinal de la iglesia.
También son muy característicos de estas iglesias los altos y esbeltos arcos apuntados que, de acuerdo con el estilo gótico, se apoyan sobre ellos para soportar sus cubiertas.
No quedan muchos casos donde pueda verse el aspecto original de estas iglesias, pues muchas fueron "modernizadas", especialmente durante el período barroco, como sucedió con la Iglesia de San Isidoro, a la que se le dotó de una hermosa cúpula barroca delante del presbiterio.
No obstante existen algunos muy buenos ejemplos de estas iglesias donde el gótico-mudéjar sevillano se muestra soberbio, dejando ver todo el esplendor de sus mejores tiempos, como ocurre en la iglesia de San Esteban, tras la restauración a que ha sido sometida en los últimos años del siglo XX. 

Ábside
Situados en la cabecera de la nave central, y acabada en planta poligonal, sobresale del resto del cuerpo de la iglesia. Presenta robustos contrafuertes en sus ángulos y altas ventanas ojivales germinadas en el centro de sus paños.
Como elemento característico, suelen contar con un remate almenado, presentando así un cierto aspecto defensivo y militar. Magníficos ejemplos de ello puede verse en las iglesias de San Andrés, Omnium Sanctorum, San Esteban o San Pedro.


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3. Ejemplos de iglesias:

Iglesia de Santa Catalina

Este templo fue construido en el siglo XIV, sobre las ruinas de una mezquita anterior, conservando parte del mihrab y alminar en su torre. Si bien es de estilo gótico-mudéjar, ha sido sometida a varias renovaciones arquitectónicas y reformas a lo largo de los años.Las obras de restauración integral (1923-1930) dirigidas por el arquitecto municipal Juan Talavera y Heredia, culminaron con la instalación a los pies del templo de una fachada gótica procedente de la clausurada iglesia de Santa Lucía (siglo XIV). Desde entonces, el portal gótico de la desaparecida iglesia, tapa a la puerta original de estilo mudéjar, convirtiéndose así en la puerta de Santa Catalina.



Iglesia de Santa Marina
Quizás la más representativa por aparecer como menos modificada, donde destaca su espectacular torre almenada.
Tras el repartimiento de la ciudad, se establece una parroquia dedicada a Santa Marina en la mezquita almohade que se hallaba en este mismo lugar, adaptada al culto católico. La primera construcción de dos de sus capillas laterales puede fecharse alrededor de 1265. A comienzos del siglo XIV se construiría la torre y a principios o mediados de ese mismo siglo se levantaría una nueva nave. No obstante, las primeras noticias fiables de este templo son de 1356, pues en dicho año siendo Rey de Castilla Pedro I, un terremoto obligó a la reedificación del templo.

La portada principal es de piedra, un arco ojival de ocho arquivoltas  constando en la última una decoración con puntas de diamante, zigzag y esculturas variadas. La portada del muro del Evangelio es un arco ojival con poca decoración. La de la Epístola está construida con ladrillo formando un cuerpo con tres arcos apuntados.Los abside, Situados en la cabecera de la nave central, y acabada en planta poligonal, sobresale del resto del cuerpo de la iglesia. Presenta robustos contrafuertes en sus ángulos y altas ventanas ojivales geminadas en el centro de sus paños. La cúpula de la antigua Capilla del Infante Don Felipe (siglo XIII). ahora capilla de la Virgen del Amor Destaca el trabajo de lacería con ladrillos y la yesería.



Iglesia de Santa Ana
Comenzó a construirse en el año 1276, por orden del rey Alfonso X. Su origen se debe, según reza la inscripción de uno de sus muros, a la curación del monarca de una enfermedad que padecía en los ojos, mediante la intervención milagrosa de Santa Ana, madre de la Virgen María.Tras la conquista de la ciudad, el rey Alfonso creó un pequeño pueblo a raíz de un núcleo de población que existía alrededor del Castillo de San Jorge. En ese barrio, conocido como Triana, se fundaría la parroquia de Santa Ana.En un principio esta iglesia debió estar fortificada, ya que fue la primera que se levantó extramuros de la ciudad tras su reconquista, conservándose los característicos remates almenados sobre las cubiertas de sus terrazas.
Mestizaje de estilos, materiales y colores en la fachada de Santa Ana 
Toda la construcción de la iglesia se realiza en ladrillo, el material propio de la zona, quedando relegada la piedra sólo a los nervios y los arcos; la portada, las columnillas y las ménsulas.


Exteriormente la iglesia conserva una hermosa portada original, la lateral de la nave del evangelio, compuesta por siete pares de columnillas rematadas con capiteles decorados con elementos vegetales, con sus correspondientes arquivoltas, la exterior acabada en una perfecta línea de puntas de diamantes más un baquetón en zig-zag. Toda la portada, realizada en piedra, se enmarca bajo un gablete apuntado sobre el que aparece el escudo de Castilla. Se trata de una iglesia gótica de tres naves, más alta y ancha la central que las laterales, divididas en cinco tramos cada una. Las tres terminan en ábsides poligonales en la cabecera, más profundo el central, que se encuentra precedido por un tramo rectangular.Los techos tienen una serie de nervaduras que sostienen las bóvedas. Las columnas que sostienen los techos tienen en su parte superior ménsulas decoradas con cabezas humanas, leones, castillos y hojas de vid.

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Iglesia de San Andrés


La Iglesia de San Andrés es un templo católico y la sede de una parroquia sevillana. Está ubicada en la plaza del mismo nombre. Su construcción data del siglo XIV y se desconoce el arquitecto autor del proyecto. Su estilo básico es gótico-mudéjar, con reformas de estilo barroco, llevadas a cabo por el arquitecto Pedro de Silva en el siglo XVIII . Muy reformada, posee una bella portada gótica 
Esta portada queda centrada en el habitual encuadre de piedra adelantado respecto al muro exterior, y se remata superiormente por canes de piedra labrados en forma de cabezas de león. Presenta hornacina central sobre la clave de los arcos y dos peanas, una a cada lado, con figuras de santos. Interiormente cuenta con elementos de gran interés, como la capilla mudéjar donde recibe culto la imagen del Santísimo Cristo de la Caridad en su traslado al sepulcro; una capilla de planta cuadrada y cubierta con cúpula semiesférica que se muestra al exterior con almenas de gradas. 
La planta suele ser de salón, con tres naves con arcos apuntados, o algunas con arcos de herradura muy hermosos, como ocurre en San Marcos y con un aire cisterciense muy marcado.Se recurre, para las cubiertas, a la popular y modesta armadura de madera, que se resuelve a dos aguas o en forma de artesa para la central, situada a mayor altura, y a una sola agua o pendiente para las laterales, a menor altura.





Iglesia de San Esteban


Arquitectónicamente pertenece al grupo de las Iglesias gótico-mudéjares de Sevilla, y tras los últimos trabajos de rehabilitación realizados entre los años 1990y 1994 el templo muestra sus características constructivas con todo su esplendor.
Como es habitual en este tipo de iglesias, interiormente se organiza según tres naves longitudinales levantadas con fábrica de ladrillo, la central más ancha y alta que las laterales, separadas por altos pilares también de ladrillo sobre los que apoyan los arcos apuntados que soportan la cubierta resuelta a base de una armadura de estilo mudéjar. 
El presbiterio, donde se encuentra la Capilla Mayor, es profundo y estrecho, acabado en ábside poligonal, que se cubre con bóveda de piedra dividida en tramos por nervaduras góticas.
En el exterior cuenta con dos magníficas portadas ojivales en piedra, abocinadas y con arquivoltas; La más artística, con bellas imágenes sobre columnas y bajo doselete, se sitúa a los pies de la iglesia, y luce superiormente un magnífico cuerpo de arcos ciegos polilobulados con paño de sebka que se remata por una fina línea de canes labrados en piedra en forma de cabeza de león. La otra, situada en el lateral de la epístola, donde sobresale la línea de puntas de diamante del arco interior. La fecha de estas portadas se estima de principios del siglo XV.
La torre, adosada al testero de la nave de la epístola, es producto de varias restauraciones posteriores. Edificada a finales del siglo XVII por Juan Gómez, padeció los efectos del terremoto de Lisboa de 1755, siendo entonces reconstruida según proyecto de Pedro de Silva en el año 1758 y ejecutada por su hijo Andrés.
El retablo mayor es obra de Luis de Figueroa, de 1629, y presenta: banco, dos cuerpos y ático, con siete lienzos de Francisco de Zurbarán, y los dos centrales atribuidos a los hermanos Polanco.
En la nave de la izquierda se levanta la Capilla del Sagrario, precedida de una monumental portada barroca que preside un lienzo de San Juan de Riberarealizado por Alfonso Grosso (1894-1983). En su interior, profusamente decorada con yeserías policromadas de 1767 se encuentra en el centro de un retablo barroco una notable Inmaculada Concepción, obra de Agustín de Perea (1650-1701).
Es también notable el retablo de la Virgen "Nuestra. Señora de los Desamparados" realizado en estilo neoclásico y presidido por imagen titular de 1923, obra de Manuel Galiano Delgado.

Iglesia de Omnium Santorum

La Iglesia de Omnium Sanctorum de Sevilla se encuentra situada en la calle Feria, y forma parte del grupo de las Iglesias gótico-mudéjares de Sevilla.La iglesia se organiza según una planta rectangular que interiormente se distribuye en tres naves de cinco tramos, siendo la nave central más ancha y alta que las laterales. 
Presenta una cabecera muy pronunciada para alojar el presbiterio, que se organiza en tres tramos cortos más otro pentagonal, todos estos cubiertos por una bóvedas de crucería del siglo XIV cuya estabilidad queda reforzada por el exterior mediante potentes contrafuertes.
Siguiendo la tipología de las iglesias gótico-mudéjares, las tres naves del templo se cubren mediante techumbres de madera de inspiración mudéjar, con armadura de madera en forma de artesa la central, y con vigas a un agua en colgadizo, las laterales. Estas techumbres se apoyan en los muros de ladrillo perimetrales de la iglesia y en robustos pilares cuadrangulares también de ladrillo que organizan la división de su tres naves según el eje longitudinal y de sus cinco tramos según el eje transversal
Sobre los citados pilares se levantan arcos apuntados propios de la arquitectura gótica, que soportan el peso de los muros interiores hasta la altura de los techos.
La nave del Evangelio es la más interesante de las dos laterales de esta iglesia, pues en ella se abren dos capillas muy interesantes por su arquitectura. La primera de ellas, situada a los pies del templo, es la denominada de los Cervantes o capilla Bautismal, la antigua capilla funeraria del caballero Gonzalo Gómez de Cervantes, del siglo XV, que se cubre mediante una cúpula octogonal sobre trompas, y que hoy aloja a las imágenes de la Hermandad de Los Javieres.
Más adelante existe otra capilla, conocida como "capilla de Ánimas", que data de principios del siglo XVII y está cubierta por una bóveda de crucería. Está presidida por una pintura del siglo XVIII de las Ánimas Benditas. 


Y más adelante aún, ya a los pies del presbiterio, pueden verse dos inusuales arcosolios constituidos por sendos arcos apuntados decorados con azulejos de distintas épocas, con esculturas yacentes realizadas en terracota y atribuidas a Mercadante de Bretaña para decorar los sepulcros de los Duques de Sánchez-Dalp. A su alrededor existen distintas piezas de cerámica vidriada que contienen diferentes motivos decorativos, entre los que se encuentran las típicas lacerías, adornos florales, escudos heráldicos, y también figuras de santos (Santo Domingo y San Ramón Nonato) y ángeles.
En el interior del presbiterio se alza un templete realizado en el año 1940 por José Paz Campano, en el que se da culto a la imagen de Nuestra Señora Reina de Todos los Santos, bajo cuya advocación se encuentra la iglesia, cuyo remate está coronado por una imagen de San Miguel Arcángel. Este templete está inspirado en el baldaquino de la basílica de San Pedro de Roma, y en él pueden verse también las imágenes de San Joaquín y Santa Ana situados en los laterales del mismo.
Entre sus muchos bienes muebles cabe destacar un notable Crucificado existente en la cabecera de la nave de la Epístola; la imagen de la Virgen de Todos los Santos, una obra de Roque Balduque de 1554que preside la Capilla Mayor y bajo cuya advocación queda esta parroquia; y también las pinturas de Juan de Espinal.Su silueta es de las más representativas de las iglesias medievales sevillanas. Presenta una fachada principal muy interesante, con la habitual portada de piedra adelantada respecto al resto del paramento y arcos apuntados en el centro, con arquivoltas abocinadas. Sobre ella tiene una singular ventana mudéjarde pequeñas dimensiones y abundante decoración, y un rosetón gótico para la iluminación de la nave central, así como dos más pequeños para las naves laterales.
Cuenta esta iglesia, además, con otras dos buenas portadas laterales de estructura gótica similar, situadas en las naves laterales.
La torre, de base cuadrada y situada a los pies de la nave del evangelio está realizada toda ella en ladrillo y conserva algunos de las ventanas originales, con sus característicos arcos polilobulados bajo alfiz. Levantada a finales del siglo XIV o principios del XV, tiene en sus paramentos interesantes paños de sebka similares a los de la Giralda, en la que se inspira, a base de pequeños arcos ciegos entrelazados. Reformada posteriormente, cuenta con un remate superior de base cuadrada y pilastras adosadas, con huecos en los cuatro frentes y un alto chapitel de base poligonal. El ábside se muestra al exterior de forma rotunda, como un elemento muy esbelto, con contrafuertes en las aristas, altas ventanas góticas entre ellos, y remate a base de almenas piramidales.


Iglesia de San Marcos

La iglesia de San Marcos de Sevilla se encuentra situada en la calle San Luis dentro del casco histórico de la ciudad, en lo que fue su zona intramuros, y en una de sus calles de mayor trascendencia histórica, pues en ella estuvo el cardo máximo de la ciudad romana, que posteriormente sería calle mayor de la Sevilla islámica, gracias a confluir en uno de sus extremos uno de los principales accesos a la ciudad desde el exterior, la actual puerta de la Macarena.Sus características arquitectónicas responden a las generales de las iglesias parroquiales del siglo XIV, de estilo gótico-mudéjar, siendo una de las menos transformadas de las que forman ese grupo, a pesar de las muchas vicisitudes sufridas por el edificio a lo largo del tiempo.
De planta rectangular, cuenta con tres naves, siendo las laterales de testero plano y la central de ábside ochavado cubierto con bóvedasnervadas de ladrillo. 
De gran prestancia y pureza de líneas son los arcos que separan estas naves, de herradura apuntados y enmarcados en alfiz, que descansan sobre pilares de planta rectangular. El arco toral o de acceso a la Capilla Mayor es de estilo gótico u ojival, apuntado, y se apoya en dos grandes columnas.
El ábside de esta iglesia, donde se encuentra la citada Capilla Mayor, es profundo y está formada por dos tramos, siendo el primero de planta rectangular y el segundo poligonal, cubierto por bóveda de nervadura gótica de cantería y ladrillo.
El interior del templo, de paredes completamente blancas, se encuentra prácticamente libre de decoración añadida, lo que hace resaltar aún más la belleza de sus elementos constructivos, destacando entre sus bienes muebles una imagen de San Marcos que se atribuye al círculo artístico de Juan de Mesa.


Del exterior sus elementos más sobresalientes son su portada principal, situada a los pies, y la torre, ubicada en ángulo junto a ella.
Dicha portada es de finales del siglo XV, de estilo gótico, realizada en piedra y con arquivoltas, siendo las exteriores (primera y última) decorada con los característicos dientes de sierra o puntas de diamante. A ambos lados y sobre la clave cuenta con pequeñas figuras sobre pedestales y con doselete, y en el frente superior muestra una franja horizontal decorada con tramos de sebka, de clara influencia mudéjar. 
Esta portada constituye sin duda una de las más interesantes en este tipo de iglesias en la ciudad, y su belleza resalta sobre el frente de ladrillo con el que se construye la fachada; combinación, muro de ladrillo-portada de piedra, que caracteriza a los templos de esta tipología.
Muy importante es también su torre, de planta cuadrada, muy esbelta y situada en fachada. Al exterior presenta ventanas geminadasenmarcadas por alfiz, y decoración de paños de sebka, similares a los que existen en otras torres de iglesia, como en Omnium Sanctorum, o en la propia Giralda de la catedral hispalense. Corresponde al alminar de la antigua mezquita que existía en este lugar, anterior a la propia iglesia, y está coronada por un campanario de 1603 atribuido a Vermondo Resta. Esta torre fue restaurada en 1916 por el arquitecto sevillano Aníbal González.

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