TEMA 4
TEMA 4: Edad de los Metales
La fundición del cobre llegará a la península a partir de la influencia de los pueblos colonizadores del Mediterráneo oriental. La técnica de la fundición de los metales había surgido en el V milenio a.C. en la zona entre Irán y Turquía y se extendió desde allí hasta llegar a la Península ibérica entre el 3.000 y el 2.500 a.C.
La introducción de los metales supuso un avance en la fabricación de herramientas para la labranza, la caza, la pesca así como para la guerra.
La especialización en las herramientas fue tal que se llegó a la división en el trabajo, favorecida por el excedente de producción en la agricultura y que provocará la primera estratificación social en distintos grupos. Otro de los cambios importantes producidos en ese periodo fue el desarrollo del transporte y del comercio, debido a la localización de los yacimientos metálicos y a su transporte hacia las zonas del arco levantino mediterráneo.
El Mediterráneo se convirtió en el eje principal del comercio lo que provocó una intensificación de todo tipo de relaciones y un irradiación más rápida de los avances que precipitará la entrada de Andalucía en la fase protohistoria.

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| Especialización del trabajo |
La Edad de los Metales suele dividirse en tres etapas, utilizando como nomenclatura el nombre del metal utilizado en cada una de esas fases.
- "La Edad del Cobre"
- "La Edad de Bronce"
- "La Edad del Hierro"
En Andalucía, durante "La Edad del Cobre" se desarrollaron una serie de importantes culturas como son la cultura megalítica, la de los millares, la del Vaso Campaniforme o la de El Argar.
En "La Edad del Hierro" con la llegada de pueblos colonizadores como los fenicios, los griegos o los cartagineses, se desarrolló la importante civilización de Tartesso con la que Andalucía entró en la protohistoria.
Los avances de la Edad de los Metales
La utilización de los metales supuso un avance tecnológico que conllevó importantes innovaciones que mejorarán la producción agrícola y la fabricación de utensilios, así como de armas para la caza y la guerra. Estos cambios serán la especialización del trabajo, la invención de la rueda, la utilización de los animales para el transporte, el torno, el desarrollo del comercio, una mayor estratificación social, nuevas expresiones artísticas...
Con la aparición de nuevas formas de elaborar herramientas y armas (usando el metal) se produce una especialización del trabajo, favorecida por el excedente agrícola. La organización del trabajo va a originar las primeras divisiones sociales.
Unido a la invención de la rueda, llegará la utilización de los animales para el transporte. Gracias a esto, se va a producir una mayor difusión de las novedades. La necesidad de la materia prima para la elaboración de utensilios traerá un incremento del intercambio de productos, sobre todo por el Mediterráneo. Estos intercambios se dan en forma de trueque. Junto a los cambios en la división del trabajo y en la propiedad privada comienzan a distinguirse grupos sociales, observándose cambios relacionados con la división social según la riqueza y configurándose en las ciudades de Europa que nos llevarán a las primeras civilizaciones.
Los cambios culturales se van a centrar en las creencias religiosas y se verán reflejadas en las distintas formas de enterramientos. En el caso del megalitismo, veremos enterramientos en grupo, también enterramientos en fiestas o vasijas en el caso del Argar o la incineración en el caso de los campos de Urna. En todos ellos se deja ver una importante creencia en la vida después de la muerte como en la cantidad de ajuares funerarios que nos han llegado y que han facilitado el conocimiento de estas culturas.
La cultura del megalistismo
El megalitismo es el primer ejemplo de arquitectura monumental que nos han dejado las sociedades prehistóricas y que tienen su origen y su máximo desarrollo durante la Edad del Cobre.
Entre los primeros ejemplos nos hemos encontrado con las construcciones más simples como los menhires o los cromlech para llegar a los últimos ejemplos con la llamada tumba de corredor, cámara cubierta, falsa cúpula y quedando oculta bajo un túmulo.
Así podemos decir que las primeras construcciones de este tipo datan de hace unos siete mil años.
La fase inicial del megalitismo del sur peninsular corresponde a un megalitismo prefunerario cuyo ejemplos de ese momento son los menhires aislados y los cromlech encontrados en el área de Sierra Morena.
Esta fase se ha reconocido recientemente y es obra de algunas sociedades neolíticas que habitaron en Andalucía, presuponene una sedentarización así como unas relaciones sociales complejas.
La dificultad en el reconocimiento de esta fase está en las reutilización posterior al ser integradas en estructuras funerarias como la del dólmen de Soto, en Huelva.
Al final del V milenia a.C llegarán las construcciones megalíticas como lugares de enterramiento. Estos monumentos estarán relacionados con el culto a los antepasados y al estar formados por dólmenes de gran tamaño y varias toneladas de peso implican un esfuerzo colectivo para su transporte y colocación.
En Andalucía destaca sobre todo el conjunto de monumentos megalíticos de Antequera con los dólmenes de Menga, Vira y El Romeral en Málaga. Otro ejemplo significativo lo encontramos en el dólmen de Trigeros en Huelva.


La cultura de los Millares
Hacia el año 3.ooo a.C. los pueblos indígenas andaluces entran en contacto con pueblos del mediterráneo oriental aprendiendo las técnicas del cobre cuyas culturas florecerán especialmente en Almería donde se encuentra el yacimiento de los Millares en Santa Fé de Mondujar, un poblado fortificado en cuyo interior se hallan cabañas circulares con abundantes restos (brazaletes, punzales...) y entrenamientos colectivos.
Las pinturas ruprestes
Las pinturas datan del calcolítico y de la Edad del Bronce y se han encontrado en cuevas y en abrigos rocosos, que serían probablemente santuarios. Junto a animales domésticos y salvajes, se representan figuras humanas y personajes jerarquizados por el tamaño o el atuendo. Son pinturas esquemáticas a las que se añaden signo0s de difícil interpretación: puntos, líneas... Los colores son el rojo, el ocre o el negro.
Las esculturas prehistóricas
ÍDOLOS
Las priemras formas escultóricas que aparecen en Andalucía se dan en el calcolítico y se asocian con amuletos de protección y con divinidades del sol y la diosa Madre. Los ídolos experimentan una evolución progresiva hasta alcanzar rasgos antropomorfos: ídolos cruciformes, de óculos radiados o ídolos-cilindros cuyo volumen se acerca más a la figura humana.

Vaso campaniforme
Es una cerámica muy avanzada cuyo oprigen pudo estar en el valle del Guadalquivir. Se relacionan con pueblos metalúrgicos, pastores, guerreros nómadas que lo extendieron junto a la domesticación del caballo y el ámbar. Se han localizado en enterramientos individuales, en necrópolis aisladas y en algunos dólmenes junto a puñales y flechas de bronce.
La cultura de El Argar
Esta cultura almeriense se caracteriza por la sencillez y ola elegancia de líneas. Va unida a enterramientos individuales por inhumanización en grandes tinajas, con objetos de bronce y elegantes copas de fina cerámica y alto pie.

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