ALHAMBRA DE GRANADA

LA ALHAMBRA DE GRANADA


1.Introducción:

La Alhambra es una ciudad palatina, formada por un conjunto de palacios, jardines y fortaleza defensiva que forman un todo y cuyo nombre no está del todo claro. Una teoría explica que la palabra Alhambra tiene su origen en la palabra árabe “Al-Hamrá” que significa “castillo rojo”, tono adquirido por la arcilla ferruginosa, propia del terreno, utilizada para la construcción de sus torres y murallas.
Otros creen que es debido a que fue construida de noche bajo el foco de las antorchas. También se dice que es el femenino del nombre de su constructor, Alhamar, y por tanto se llamaría “La Roja”, esposa de Alhamar.
Los palacios de La Alhambra fueron construidos por los reyes más famosos de la dinastía nazarí. Tras la conquista de los cristianos, los Reyes Católicos mandaron preservar La Alhambra. El Rey Carlos I, nieto de los Reyes Católicos, construyó el palacio al lado de la casa real vieja.
Posteriormente Felipe II destinó impuestos para la conservación de La Alhambra, pero esta empezaría a ser abandonada por gobiernos españoles posteriores. Carlos III (final del s. XVIII) se ocupó de recuperar parte de ella, pero la dominación francesa destruyó algunas zonas del conjunto. En 1870 La Alhambra se declaró Monumento Nacional. En 1984 se declaró Patrimonio de la Humanidad.

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2.Historia:

La Alhambra, denominada así por sus muros de color rojizo («qa'lat al-Hamra'», Castillo Rojo), está situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba.

Su posición estratégica, desde la que se domina toda la ciudad y la vega granadina, hace pensar que existían construcciones anteriores a la llegada de los musulmanes. Su conjunto, completamente amurallado, posee una forma irregular limitado al norte por el valle del Darro, al sur por el de la al-Sabika, y al este por la Cuesta del Rey Chico, que a su vez la separan del Albaicín y del Generalife, situado en el cerro del Sol.

Se tiene constancia por primera vez de ella en el siglo IX, cuando en 889 Sawwar ben Hamdun tuvo que refugiarse en la Alcazaba y repararla debido a las luchas civiles que azotaban por entonces al Califato cordobés, al que pertenecía Granada. Posteriormente, este recinto empezó a ensancharse y a poblarse, aunque no hasta lo que sería con posterioridad, ya que los primeros monarcas ziríes fijaron su residencia en lo que posteriormente sería el Albaicín.

A pesar de la incorporación del castillo de la Alhambra al recinto amurallado de la ciudad en el siglo XI, lo que la convirtió en una fortaleza militar desde la que se dominaba toda la ciudad, no sería hasta el siglo XIII con la llegada del primer monarca nazarí, Mohamed ben Al-Hamar (Mohamed I, 1238-1273) cuando se fijaría la residencia real en La Alhambra. Este hecho marcó el inicio de su época de mayor esplendor.

Primero se reforzó la parte antigua de la Alcazaba, y se construyó la Torre de la Vela y del Homenaje, se subío agua del río Darro, se edificaron almacenes, depósitos y comenzó la construcción del palacio y del recinto amurallado que continuaron Mohamed II (1273-1302) y Mohamed III (1302-1309), al que también se le atribuyen un baño público y la Mezquita sobre la que se construyó la actual iglesia de Santa María.

A Yusuf I (1333-1353) y Mohamed V (1353-1391) les debemos la inmensa mayoría de las construcciones de la Alhambra que han llegado a nuestra época. Desde la reforma de la Alcazaba y los palacios, pasando por la ampliación del recinto amurallado, la Puerta de la Justicia, la ampliación y decoración de las torres, construcción de los Baños y el Cuarto de Comares, la Sala de la Barca, hasta el Patio de los Leones y sus dependencias anexas. De los reyes nazaríes posteriores no se conserva prácticamente nada.

De la época de los Reyes Católicos hasta nuestros días podemos destacar la demolición de parte del conjunto arquitectónico por parte de Carlos V para construir el palacio que lleva su nombre, la construcción de las habitaciones del emperador y el peinador de la reina y el abandono de la conservación de la Alhambra a partir del siglo XVIII. Durante la dominación francesa fue volada parte de la fortaleza y hasta el siglo XIX no comenzó su reparación, restauración y conservación que se mantiene hasta la actualidad.




 3.Periodos de construcción de la Alhambra
  • Muhámmad I -1232-1273: Durante este período se realiza la Acequia Real, la Alcazaba y el Recinto Fortificado.
  • Muhámmad II – 1273-1302: El Generalife
  • Muhámmad III -1303-1309: el Partal, la Torre de las Damas y la Mezquita Real
  • Ismail I- 1314-1325: se reforma el Generalife y se construye el Mexuar
  • Yusuf I – 1333-1354: durante su reinado se realiza la mayor ampliación de la Alhambra, constaruyéndose la Torre de Cadí y la de la Cautiva, el Torreón de Comares, la Puerta de la Justicia, la Puerta de las Armas. Se reformó el baño real y se realizó el Oratorio del Partal.
  • Muhámmad V – 1354-1359 y 1362-1391: se levantó la fachada de la Puerta del Vino y se construyó el Palacio de Comares.
  • Muhámmad VII – 1392-1408: la Torre de las Infantas

4. Arquitectura:

Debido a que la religión musulmana no permite la decoración de muros con figuras humanas o de animales sus gravados tratan, principalmente, temas vegetales o decoración mocárabe, como los encontrados en sus columnas adornadas con capiteles de dos cuerpos, uno cilíndrico con decoración de cintas y otro cúbico con mocárabes de origen bizantino, capitel y cimacio.

Columnas


Para la Alhambra se utiliza un sistema de columnas propio, que nos aparece en ninguna otra construcción. Se trata de una columna de fuste cilíndrico muy fino, con una gran moldura cóncava como base y anillos decorativos en la parte superior. El capitel, dividido en dos cuerpos, presenta en el primero, en forma de cilindro, una decoración muy sencilla y sobre él un prisma con los ángulos de la base redondeados, decorado de ataurique.
La arquitectura nazarí es esencialmente pictórica, predominado las formas ligeras y abiertas sobre los espacios cerrados y sólidos. La Alhambra reúne todas las características de esta arquitectura, con una apariencia exterior sobria en contraste con la profusa decoración interior y predominio de las líneas horizontales sobre las verticales.

Planta


Palacio Real

El palacio islámico carece de una planta determinada, el conjunto se va creando con unidades independientes, levantadas alrededor de un patio, unidas y separadas por jardines, arcos y columnas, sin un centro arquitectónico determinado. Esta aparente descontrol urbanístico se compensa con la armonía creada en la articulación alrededor de tres unidades espaciales: el Mexuar, el Cuarto de Comares y el Cuarto de los Leones.

Materiales

La piedra es utilizada en los muros más anchos y la zona de la Alcazaba. En el interior los muros fueron levantados con mampostería, tapial y yeso para los arcos. En sus zócalos los muros fueron revestidos con azulejos, lacerías o figuras geométricas.

5.Sistema arquietctónico:

El sistema arquitectónico es adintelado encubierto, pues casi todos los arcos son decorativos, no sustentan ninguna estructura. Los arcos de herradura son sustituidos por arcos peraltados y ligeramente acampanados, falsos arcos de mocárabes o arcos angrelados.
El sultanato de la dinastía nazarí se inicia con Mohamed I en 1232, con capital en Granada, ocupando las actuales Jaén, Málaga y Almería. Será el último reino musulmán en la península ibérica hasta 1492.

Tipologías  arquitectónicas

Las creaciones más logradas de la arquitectura nazarí serán las obras civiles- palacios del sultán- y militares.
 La civil, se despreocupa por el exterior (norma general islámica). Muros desnudos que contrastan con el interior
Las habitaciones se organizan en torno a patios rectangulares con pórtico en los lados menores .Ej. el     patio con estanque del palacio de Comares (patio de los Arrayanes) y el patio de los leones.
La naturaleza se integra en la arquitectura: jardines y agua, con su función estética tanto visual,   olfativa  y auditiva (reflejos, fragancia de las flores, discurrir del agua…)
La militar: sistema de murallas con torres, antemuros o barbacanas, torres albarranas, tipologías ya          extendidas en época almohade ( S. XII y XIII). Llama la atención que el interior de algunas torres, como la de La Cautiva, o la de Comares se convierten en palacio.

Materiales y formas

En general se puede decir que los materiales son más perecederos que los monumentos occidentales, acorde con el pensamiento islámico de que lo único permanente es Dios. No obstante, tal como dice Gonzalo M. Borrás, se puede distinguir:


  • Para la construcción sólida y fuerte: sillares de piedra y argamasa o mortero con arcilla ferruginosa (Al-Hambra, la roja) para muros fuertes y consistentes; ladrillo, especialmente en pilares, arcos y bóvedas, todos elementos constructivos. Como arco constructivo destaca el tumido (herradura apuntado), aunque hay mucha gama de arcos: de medio punto más o menos peraltados, otros festoneados...
  •  Para interiores de la arquitectura civil, lo estructural está enmascarado con sistemas diferentes de revestimiento: mármol para el suelo, cerámica vidriada en los alicatados de los zócalos, revestimiento de yeso o estuco en el resto. Cubiertas a base de armaduras de madera o bóvedas de mocárabes. Para las columnitas se emplea también el mármol, éstas tienen un  fuste estilizado y esbelto, que arranca de un plinto cuadrado, unas tienen basa y otras no; los capiteles son de dos tipos, unos de mocárabes, otros con dos cuerpos, el de abajo cilíndrico y el superior como un paralelepípedo de base cuadrada, adornado con vegetales. Las columnitas y los arcos pantallas son elementos de soporte no constructivos. El papel constructivo lo desempeñan los adintelamientos superiores y los pilares de descarga.

Sistema decorativo 

Los alicatados de cerámica vidriada con las típicas lacerías de colores, técnica de origen persa, sobre los zócalos o arrimaderos; encima las yeserías policromadas, talladas en situ o hechas con moldes donde se repiten lacerías, atauriques y epigrafía. Maderas, también policromadas para cubiertas y celosías, lo mismo que el mármol de los capiteles de las típicas columnitas nazaríes que soportan a los arcos pantalla, muchos con mocárabes .  Originalmente, vidrieras de colores en las ventanas
Las inscripciones epigráficas de tres tipos: unas nos informan del sultán que la manda realizar y la fecha de su edificación; otras, son fórmulas piadosas coránicas que se repiten constantemente; las terceras, de textos poéticos o coránicos, informan sobre función y significado del espacio que ilustran.

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6.Decoración:

Las paredes están recubiertas de cerámica o yesería, decoraciones muy ricas y exquisitas, ya que era una de las mayores preocupaciones de los arquitectos, para de este modo disimular la pobreza de los materiales utilizados. Entre sus decorados encontramos la clásica caligrafía cursiva y cúfica, en la que se pueden leer palabras de Zawi ben Zirí, fundador de la dinastía nazarí, pero también poemas de distintos poetas de la corte.
Otro elemento decorativo utilizado en la Alhambra es la bóveda de mocárabe, compuesta por celdillas o alvéolos superpuestos, con ataurique o decoración vegetal y en menor medida lacería.
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7.Introducción artística:

La arquitectura nazarí constituye el final de una época de esplendor que comenzó en la Córdoba de los Omeyas en el siglo VIII. Esta arquitectura no se vería muy influenciada por los arquitectos que desarrollaron la mezquita cordobesa, muy anterior a la Alhambra, aunque sí presenta algunos de los elementos típicos de la arquitectura andalusí, como el arco de herradura con alfiz (marco amplio cuadrado en el que se envuelve al arco), las albanegas (enjuta de arco de forma triangular), además de elementos propios como el capitel de las columnas de la Alhambra.
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La mayor preocupación de los arquitectos de la Alhambra era cubrir decorativamente cada espacio, por pequeño que fuese. Cualquier elemento decorativo resultaba escaso. La mayoría de los arcos interiores son falsos, no sustentan ninguna estructura, simplemente decoran, las paredes están recubiertas de cerámica o yeserías, hemosísimas y muy ricas, las cubiertas presentan armazones de madera labrados de manera exquisita, etc.
A pesar de tener prohibido el arte musulmán la representación de figuras, los temas de decoración en la Alhambra son muy variados. Se utiliza la clásica decoración caligráfica, en concreto escritura cursiva y cúfica, en la que se pueden leer, además de las palabras de Zawi ben Zirí (fundador de la dinastía nazarí): «sólo Dios es vencedor», poemas de distintos poetas de la corte.
El elemento decorativo más utilizado por los arquitectos granadinos será el ataurique, o decoración vegetal, y, en menor medida, la lacería y las redes de rombos.
En la Alhambra se emplea un tipo de columna propio que no aparece en ninguna otra construcción. Es una columna de fuste cilíndrico muy fino, con una base que presenta una gran moldura cóncava, y adornada por anillos en su parte superior. El capitel, dividido en dos cuerpos, presenta en el primero, en forma de cilindro, una decoración muy sencilla y sobre él un prisma con los ángulos de la base redondeados, decorado de ataurique.
Uno de los elementos decorativos más impresionantes utilizados en la Alhambra es la bóveda de mocárabe, que está compuesta por celdillas o alvéolos superpuestos, destacando por su utilización la Sala de los Abencerrajes y la Sala de las Dos Hermanas.

8.Lugares:

PALACIO DEL GENERALIFE:

«En el Generalife todo es sencillo e íntimo. No hay nada -arquitectura o naturaleza condicionada por la mano del hombre- que trate de asombrarnos con pretensiones de magnificencia o de monumentalidad»
                                                                                                                             Leopoldo Torres Balbás



El Generalife, Yannat al-Arif o «jardín del arquitecto» debió ser la finca más destacada de las que se extendían por los aledaños de la Alhambra. Trono de la Alhambra la llama Ibn Zamrak, el gran poeta en la Granada de Mohamed V. La primera referencia sobre ella aparece en la Ihata de Ibn al-Jatib, el cual la incluye entre las diecisiete huertas pertenecientes al Patrimonio Real, destacando de ella la frondosidad de sus árboles, que no dejaban penetrar los rayos del sol, y el encanto y frescor de sus aguas y aire fresco.

Obra del segundo sultán de la dinastía nazarí, Muhammad II (1273-1302), reformado por Ismael I en 1319. situado al pie de una elevación, conocida por Cerro del Sol, está separada de la Alhambra por un barranco, y aunque su actual visita queda unida a la de la Alhambra, en realidad constituye un conjunto totalmente independiente.

Concebida a la vez como jardín y huerta en una organización típicamente musulmana, su emplazamiento al Norte de la Alhambra y frente a la vega granadina es otro exponente de la fusión con la naturaleza que presidió las construcciones en la Granada andalusí. Por ello el palacio, emplazado en ladera y en el centro de la finca, responde a la descripción de vivienda de carácter agrícola que Ibn Luyun hace en su Tratado de Agricultura.

Las cuatro huertas identificadas, de las que al menos una continúa hoy en explotación, son las denominadas Colorada, Grande, Fuentepeña y de la Mercería, que aunque con nombres cristianos debieron corresponder, agrandes rasgos, a las medievales. Estas huertas se extendían en paratas a diversos niveles por debajo del Palacio, que presidía majestuoso toda la extensión, y del que su mirador del Patio de la Acequia era sin duda la joya más destacada. Las huertas alcanzan hasta la Cuesta de los Chinos, que forma una vaguada entre ellas y las estribaciones de la Alhambra, y están todas delimitadas por muros de contención y de separación, alguno de los cuales puede todavía distinguirse.


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 JARDINES:

El jardín es una aspiración del hombre que podemos encontrar a lo largo de todas las épocas y de todas las civilizaciones. El jardín árabe manifiesta el anhelo por el Paraíso mahometano. La vida del musulmán está ligada a la idea que tiene del paraíso, imaginado como un jardín, un lugar de delicias y placeres donde podrá alcanzar la completa satisfacción de sus anhelos. El Profeta anuncia:
«Dios ha prometido a los creyentes y a las creyentes unos jardines en los que corren ríos. En ellos vivirán eternamente: tendrán hermosas moradas en el jardín del Edén».
Por lo tanto, el jardín hispanoárabe se envuelve de todo aquello que le puede proporcionar placer a los cinco sentidos del hombre: para la vista, el color, la luz y la sombra; para el olfato, las plantas aromáticas o el dulce perfume de las flores; para el oído, el murmullo del agua; para el tacto, las distintas texturas de los materiales, y para el gusto, el sabor de los frutos. Todo el jardín está envuelto en un clima de sensualidad.

El agua asegura a la vegetación una lujuriante exuberancia y constituye el elemento decorativo de mayor evidencia, apareciendo en fuentes, pilas, surtidores y sabios artilugios que la hacen vibrar en ondas o reflejos de luz. Por lo tanto y como nos dice el profesor Prieto Moreno:
«En todo jardín el agua es el elemento vitalizador, pero en Granada se convierte en esencia viva y dinámica de sus jardines, introducida por los musulmanes (...). Nada hubiera sido posible sin la habilidad con que los árabes hicieron las traídas de agua de las estribaciones de la sierra para regar sus huertas, y no se hubiera podido conseguir la profusión de fuentes y surtidores del Generalife y la Alhambra.»
En palabras del profesor Chueca Goitia: «Cuanto más se contempla la Alhambra, más se tiene la sensación de que el ideal de los árabes era vivir sobre un jardín».
En las paredes se esculpen versos que mencionan las bellezas del jardín, se decoran con abstractos dibujos florales, y se colorean con tonos que harán resaltar la luz que penetra desde el exterior. El amplio uso de azulejos de vivos colores constituye otra de las particularidades de los jardines árabes.


 


El Patio de los Arrayanes o el Patio de Comares

 Levantado en parte sobre edificaciones anteriores, se llevo a cabo bajo el sultanato de Yusuf I (1333-1354); con su extremada sencillez, ofrece un ejemplo completo del ambiente típicamente árabe, concebido como síntesis de arquitectura y jardín, aunque los elementos arquitectónicos sean preponderantes. Ocupa una superficie de 36,60x23,50 metros, flanqueada en los lados mayores por dos edificios de altura modesta, y limitada en los otros dos lados por pórticos de una elegante pureza, de los cuales el situado hacia el norte está dominado por la masa maciza de la torre de Comares. Una lámina rectangular de agua, solada de mármol, flanqueada por setos de arrayán, de los que sobresalen naranjos, dirige la vista del extasiado visitante hacia el pabellón real, donde se encontraba el trono del monarca. El ambiente que, por ejemplo Boabdil disfrutaba era: la vista del firmamento, simbolizado en la decoración polícroma de la cúpula que coronaba su trono, y la visión del rico paisaje, presente a través de los huecos laterales de su pabellón; a sus pies, la serenidad de la alberca dispuesta como un espejo de agua, con los reflejos del azul del cielo y del verde relajante del mirto o arrayán; a lo largo de las paredes del patio, una delicada decoración geométrica, inspirada en imágenes naturales.
Hay en el Patio de Comares o de los Arrayanes una felicísima armonía entre la arquitectura, el agua y la vegetación. Es precisamente esta armonía uno de los pilares de todo buen jardín, de esta forma lo convertimos en un pequeño paraíso de los sentidos.
El Patio de los Leones mandado construir por Muhammad V en el siglo XIV, recibe su nombre de la célebre fuente con pila de mármol, sostenida por doce leones, que se levantan en el centro. La taza de esta fuente tiene una bella inscripción árabe ensalzando el jardín que entonces existía en este hermoso lugar: El agua que al rebosar parece brillantes perlas y líquida plata. Nos vienen a la memoria los cuentos de Las Mil y Una Noches, los Cuentos de la Alhambra, y las notas de la guitarra del maestro Andrés Segovia. Este patio está organizado a base de un patio central, de planta rectangular de 28,50x15,70 metros de lado. Rodean galerías sus cuatro lados y tiene sendas y grandes salas de recepción y estancias abiertas a los lados menores. Triunfan en el patio de los Leones los mocárabes, que invaden capiteles, arcos, frisos y bóvedas. Era la parte más íntima y reservada de la Casa Real de la Alhambra, donde se desarrollaría la vida íntima de los reyes.
El Patio de los Leones era, sin duda, uno de los jardines de la Alhambra lleno de vegetación, elevándose en su centro la fuente. Las aguas que corren por sus estrechos canalillos de mármol para penetrar en las habitaciones a los surtidores regarían los pies de estas plantas. El agua, más aquí que en ningún otro patio de la Alhambra, es fuente de vida y símbolo.
La disposición característica del Patio de los Leones dividido por los dos ejes se inspira en la arquitectura persa. Con sus canales en ángulo recto, sus fuentes, los ríos del Corán, y sus pabellones, el jardín ortogonal representa el orden perfecto del mundo, es decir, el Edén original o Paraíso.






9.Poemas epigráficos:


Los muros de la Alhambra está llenos de decoración caligráfica, escrituras cursivas y cúficas en las que no sólo podemos leer «sólo Dios es vencedor» (frase que se le adjudica a Zawi ben Zirí, fundador de la dinastía nazarí), sino poemas realizados por tres poetas de la Corte de Granada, Ibn al-Yayyab (1274-1349), Ibn al-Jatib (1313-1375) e Ibn Zamrak (1333-1393), que fueron secretarios de la cancillería real y primeros ministros. De entre ellos Ibn Zamrak es considerado como el más brillante de los poetas de la Alhambra.
Como muestra, presentamos algunos de los poemas que podemos encontrar en los muros de la fortaleza.

Poema de la taca derecha en el pórtico norte del Generalife

Estas tacas eran nichos, alacenas u hornacinas practicados en el muro, situados por parejas a ambos lados de los arcos o puertas de entrada a las habitaciones para contener vasijas con agua en su interior.

El poema, escrito en su alfiz dice:
«Taca en la puerta del salón más feliz
para servir a Su Alteza en el mirador.
¡Por Dios, qué bella es alzada
a la diestra del rey incomparable!
Cuando en ella aparecen los vasos de agua,
son como doncellas subidas a lo alto.
Regocíjate con Ismail, por quien
Dios te ha honrado y hecho feliz.
¡Subsista por él el Islam con fortaleza
tan poderosa, que sea la defensa del trono!»

Tercer poema en la torre de la Cautiva

«Esta obra ha venido a engalanar la Alhambra;
es morada para los pacíficos y para los guerreros;
Calahorra que contiene un palacio.
¡Di que es una fortaleza y a la vez una mansión para la alegría!
Es un palacio en el cual el esplendor está repartido
entre su techo, su suelo y sus cuatro paredes;
en el estuco y en los azulejos hay maravillas,
pero las labradas maderas de su techo aún son más extraordinarias;
fueron reunidas y su unión dio lugar a la más perfecta
construcción donde ya había la más elevada mansión;
parecen imágenes poéticas, paranomasias y trasposiciones,
los enramados e incrustaciones.
Aparece ante nosotros el rostro de Yusuf como una señal
es donde se han reunido todas las perfecciones.
Es de la gloriosa tribu de Jazray cuyas obras en pro de la religión
son como las aurora cuya luz aparece en el horizonte.»



Poema de la puerta de Comares 

«Soy corona en la frente de mi puerta:
envidia al Occidente en mí el Oriente.
Al-Gani billah* mándame que aprisa
paso dé a la victoria apenas llame.
Siempre estoy esperando ver el rostro
del rey, alba que muestra el horizonte.
¡A sus obras Dios haga tan hermosas
como son su temple y su figura»


Poema de la taza de los leones 

«Bendito sea Aquél que otorgó al imán Mohamed
las bellas ideas para engalanar sus mansiones.
Pues, ¿acaso no hay en este jardín maravillas
que Dios ha hecho incomparables en su hermosura,
y una escultura de perlas de transparente claridad,
cuyos bordes se decoran con orla de aljófar?
Plata fundida corre entre las perlas,
a las que semeja belleza alba y pura.
En apariencia, agua y mármol parecen confundirse,
sin que sepamos cuál de ambos se desliza.
¿No ves cómo el agua se derrama en la taza,
pero sus caños la esconden enseguida?
Es un amante cuyos párpados rebosan de lágrimas,
lágrimas que esconde por miedo a un delator.
¿No es, en realidad, cual blanca nube
que vierte en los leones sus acequias
y parece la mano del califa, que, de mañana,
prodiga a los leones de la guerra sus favores?
Quien contempla los leones en actitud amenazante,
(sabe que) sólo el respeto (al Emir) contiene su enojo.
¡Oh descendiente de los Ansares, y no por línea indirecta,
herencia de nobleza, que a los fatuos desestima:
Que la paz de Dios sea contigo y pervivas incólume
renovando tus festines y afligiendo a tus enemigos!»



Poema de la fuente del jardín de Daraxa 

«Yo soy un orbe de agua que se muestra a las criaturas diáfano y transparente
una gran Océano cuyas riberas son labores selectas de mármol escogido
y cuyas aguas, en forma de perlas, corren sobre un inmenso hielo primorosamente labrado.
Me llega a inundar el agua, pero yo, de tiempo en tiempo,
voy desprendiéndome del transparente velo con que me cubre.
Entonces yo y aquella parte del agua que se desprende desde los bordes de la fuente,
aparecemos como un trozo de hielo, del cual parte se liquida y parte no se liquida.
Pero, cuando mana con mucha abundancia, somos sólo comparables a un cielo tachonado de estrellas.
Yo también soy una concha y la reunión de las perlas son las gotas,
semejantes a las joyas de la diestra mano que un artífice colocó
en la corona de Ibn Nasr del que, con solicitud, prodigó para mí los tesoros de su erario.
Viva con doble felicidad que hasta el día el solicito varón de la estirpe de Galib,
de los hijos de la prosperidad, de los venturosos,
estrellas resplandecientes de la bondad, mansión deliciosa de la nobleza.
De los hijos de la cabila de los Jazray, de aquellos que proclamaron la verdad y ampararon al Profeta.
El ha sido nuevo Sa'd que, con sus amonestaciones, ha disipado y convertido en luz todas las tinieblas
y constituyendo a las comarcas en una paz estable ha hecho prosperar a sus vasallos.
Puso la elevación del trono en garantía de seguridad a la religión y a los creyentes.
Y a mí me ha concedido el más alto grado de belleza, causando mi forma admiración a los sabios.
Pues nunca se ha visto cosa mayor que yo, en Oriente ni en Occidente
ni en ningún tiempo alcanzó cosa semejante a mí,
rey alguno, en el extranjero ni en la Arabia.»






Poema del arco de entrada al mirador de Daraxa 

Cada una de las artes ma he enriquecido con su especial belleza y dotado de su esplendor y perfecciones.
Aquel que me ve juzgue por mi hermosura de la esposa que se dirige a este vaso y le pide sus favores.
Cuando el que me mira contempla atentamente mi hermosura se engaña la mirada de sus ojos con una apariencia.
Pues al mirar a mi espléndido fondo cree que la luna llena tiene aquí fija su morada habiendo abandonado sus mansiones por las mías.
No estoy sola, pues desde aquí contemplo un jardín admirable.
No vieron los ojos cosa semejante a él.
Este es el palacio de cristal;
sin embargo, ha habido quien al verlo le ha juzgado un océano proceloso y conmovido.
Todo esto lo construyó el Imán Ibn Nasr*;
sea Dios guardián para los demás reyes de su grandeza.
Sus ascendientes en la antigüedad alcanzaron mayor elevación
pues ellos hospedaron al Profeta y sus deudos.

*Aclaración: el Imán Ibn Nasr es Mohamed V.



Poema de la sala de Dos Hermanas 

«Jardín yo soy que la belleza adorna:
sabrá mi ser si mi hermosura miras.
Por Mohamed, mi rey, a par me pongo
de lo más noble que será y ha sido.
Obra sublime, la fortuna quiere que a todo momento sobrepase.
¡Cuánto recreo aquí para los ojos!
Sus anhelos el noble aquí renueva.
Las Pléyades les sirven de amuleto;
la brisa la defiende con su magia.
Sin par luce una cúpula brillante,
de hermosuras patente y escondidas.
Rendido de Géminis la mano;
viene con ella a conversar la Luna.
Incrustarse los astros allí quieren,
sin más girar en la celeste rueda,
y en ambos patios aguardar sumisos,
y servirle a porfia como esclavas:
No es maravilla que los astros yerren
y el señalado límite traspasen,
para servir a mi señor dispuestas,
que quien sirve al glorioso gloria alcanza.
El pórtico es tan bello, que el palacio
con la celeste bóveda compite.
Con tan bello tisú lo aderezaste,
que olvido pones del telar del Yemen.
¡Cuántos arcos se elevan en su cima,
sobre las columnas por la luz ornadas,
como esferas celestes que voltean
sobre el pilar luciente de la aurora!
Las columnas en todo son tan bellas,
que en lenguas, corredora, anda su fama:
lanza el mármol su clara luz, que invade
la negra esquina que tiznó la sombra;
irisan sus reflejos, y dirías
son, a pesar de su tamaño, perlas.
Jamás vimos jardín más floreciente,
de cosecha más dulce y más aroma.
Por permiso del juez de la hermosura
paga, doble, el impuesto en alcázar más excelso,
de contornos más claros y espaciosos.
Jamás dos monedas,
pues si, al alba, del céfiro en las manos
deja dracmas de luz, que bastarían,
tira luego en lo espeso, entre los troncos,
dobles de oro de sol, que lo engalanan.
(Le enlaza el parentesco a la victoria:
Sólo el Rey este linaje cede.)»

 





NOTICIAS:
 https://www.alhambradegranada.org/es/info/noticiasdelaalhambra/agenda-cultural-febrero-alhambra-granada-20190204.asp
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VIDEOS:
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DVD:
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https://www.amazon.es/Nights-Alhambra-Reino-Loreena-Mckennitt/dp/B000RK73M6?SubscriptionId=AKIAIBOZF2HWKJHSH7WA&tag=alhambrorg02-21&linkCode=xm2&camp=2025&creative=165953&creativeASIN=B000RK73M6
https://www.amazon.es/Die-Alhambra-Generalife-Alemania-DVD/dp/B00BFAN0YW?SubscriptionId=AKIAIBOZF2HWKJHSH7WA&tag=alhambrorg02-21&linkCode=xm2&camp=2025&creative=165953&creativeASIN=B00BFAN0YW
https://www.amazon.es/Nights-Alhambra-Reino-Unido-DVD/dp/B006ZZAN60?SubscriptionId=AKIAIBOZF2HWKJHSH7WA&tag=alhambrorg02-21&linkCode=xm2&camp=2025&creative=165953&creativeASIN=B006ZZAN60































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