CATEDRAL DE SEVILLA

CATEDRAL DE SEVILLA


1.Introducción:

El mayor templo gótico del mundo
También conocida como Catedral de Santa María de la Sede, es la catedral gótica más grande del mundo y el tercer templo cristiano tras San Pedro en Roma y San Pablo en Londres. Desde la conquista de la ciudad, el 23 de noviembre de 1248, el edificio de la aljama, o Mezquita Mayor, pasó a ser catedral de la archidiócesis del Reino de Sevilla.
El edificio cambió la orientación litúrgica de la mezquita, que era hacia el sur, por la orientación cristiana hacia el este, colocando la Capilla Mayor en el lado de levante.. Con el paso del tiempo los muros, paredes y pilares se fueron cubriendo de retablos y pinturas. A finales del siglo XIV la mezquita estaba muy estropeada, con riesgo de ruina. El Cabildo catedralicio pensó derribar el edificio almohade para construir una catedral de formas cristianas. Su construcción será llevada a cabo en varias fases a lo largo de más de 500 años, dando lugar a la mezcla de varios estilos arqutectónico que la dotan de una especial belleza.


2.Historia

Preside el presbiterio de la Capilla Mayor que está situada en la nave central ocupando el tramo más solemne del recinto donde se produce el cruce de las naves principales de la Catedral.
Está considerado como el más grande de la cristiandad y una de las estructuras de madera policromada más espectaculares de su tiempo. Es obra realizada en sucesivas fases a lo largo de casi un siglo, comenzándose con trazas del escultor flamenco Pieter Dancart, quien en 1482 consiguió un retablo de casi 30 metros de alto por casi 20 de ancho, con cuatro cuerpos de altura más un banco, en horizontal y siete calles.
En 1497 aparece otro maestro al frente de la obra también de origen flamenco que se ocupó de ella hasta 1505. A partir de este momento, se registra la intervención del escultor Pedro Millán, quien a su vez, fue sustituido por Jorge Fernández Alemán a quien ayuda su hermano Alejo, ocupándose ambos de la obra hasta 1529, año en que puede señalarse que concluye la primera fase constructiva del retablo. Una segunda fase comenzó en 1550, al decidirse en Cabildo añadir dos calles laterales formando ángulo recto con el frente principal. En estos trabajos intervinieron Roque Balduque, Juan Bautista Vázquez y Pedro de Heredia, completándose todo el conjunto en 1564.


Desde la conquista de la ciudad, el 23 de noviembre de 1248, el edificio de la aljama, o Mezquita Mayor, pasó a ser catedral de la archidiócesis del Reino de Sevilla. El edificio cambió la orientación litúrgica de la mezquita, que era hacia el sur como todas las mezquitas occidentales, por la orientación cristiana hacia el este, colocando la Capilla Mayor en el lado de levante. La quibla quedó como muro lateral, y en el lugar del mirhab se situó una capilla de la Virgen. Entre los pilares de la sala de oración se tendieron tabiques para crear capillas junto a los muros laterales. Con el paso del tiempo los muros, paredes y pilares se fueron cubriendo de retablos y pinturas.

A finales del siglo XIV la mezquita estaba muy estropeada, con riesgo de ruina. El Cabildo catedralicio pensó derribar el edificio almohade para construir una catedral de formas cristianas. Es el momento en que, al acabar el cabildo del viernes 8 de julio de 1401 en que decidió iniciar un nuevo edificio para la catedral hispalense, uno de los canónigos pronunció una frase que resume bien el espíritu de los sevillanos:

"Fagamos un templo tal e tan grande, que los que la vieren acabada, nos tengan por locos."

3. Fase de construcción gótica.



Gótica (1403-1528)

Naves góticas de la catedral de Sevilla.

Se cree que la mezquita comenzó a ser derribada en 1403; conforme se iba desmontando el edificio almohade simultáneamente se iba edificando la nueva catedral. Se ignora de quién fue el proyecto inicial, aunque se atribuye a Alonso Martínez, Maestro Mayor de las obras entre los años 1386 y 1394. La siguiente referencia a un maestro de obras es para Pedro García, entre los años 1421 y 1434, año en que figura el contrato con el maestro Ysambret (o Isambret), probablemente de origen flamenco. Cinco años más tarde el cargo le correspondería a un francés, el maestre Carlin, del que se tienen referencias hasta el año 1454. Juan Norman, aparejador paisano del anterior, interviene también en las obras desde 1447 hasta 1472.

Para acelerar el proceso de las obras se llega a aumentar el número de maestros en la dirección, contratando a varios simultáneamente: Pedro de Toledo, Francisco Rodríguez y Juan de Hoces; lo cual dio el efecto contrario por disparidad de criterios, dándo lugar a notables retrasos. Por lo que el el arzobispo Diego Hurtado de Mendoza hace volver a la dirección única designando para ello al maestre Simón, Simón de Colonia, a quien correspondió dar las trazas del cimborrio que cerraría sus bóvedas, obra llevada a cabo por su sucesor Alonso Rodríguez el día 6 de octubre del año 1506, cuando se dan por finalizadas las obras exteriores de este gran templo en un acto de gran solemnidad. 

Cubiertas y cimborrio.

No obstante ese cimborrio se desplomó la noche del 28 de diciembre de 1511, siendo destituido por ello Alonso Rodríguez y nombrado en su lugar Juan Gil de Hontañón, maestro de la catedral de Salamanca, como nuevo maestro mayor de la catedral hispalense. Éste se encarga de la reposición del cimborrio — el segundo de su historia, que acabó desplomado asimismo el día 1 de agosto de 1888 —, levantado a 40 metros de altura, más bajo que el anterior, y que supuso una nueva inauguración solemne y oficial de la catedral el día 4 de noviembre de 1519.

Desde el principio se ideó un grandioso templo gótico, muy austero y riguroso, que pese a su extensión y a los setenta y cinco años que duró la obra, mantuvo su estilo hasta el final. Se inauguró, aunque a falta de algunos remates, en 1506, sin que se introdujeran cambios notables en el plan original.

A diferencia de lo que era costumbre, la construcción se inició por los pies del templo, pues el rey Enrique III no permitió que se derribara la Capilla Real situada en la cabecera, donde estaban las tumbas de San Fernando y Alfonso X.

La primera piedra se colocó en el año 1403, donde luego se ubicaría la Capilla de San Laureano, la primera en acabarse y donde fue enterrado el arzobispo Alonso de Exea, muerto en 1417. En 1432 ya estaba terminada la mitad occidental de la catedral, por lo que se pidió el correspondiente permiso al monarca Juan II para demoler la vieja Capilla Real; autorización que fue concedida, haciendo posible la continuación de las obras, que se finalizaron primero en 1506 al cerrarse completamente sus bóvedas, y posteriormente en 1519 tras la reposición del cimborrio caído.

4. La catedral.
Giralda


La Giralda.
Artículo principal: Giralda
La Giralda es la torre campanario de la Catedral de Sevilla. En su origen fue el alminar de la mezquita Mayor almohade de Isbiliya.
Patrimonio de la Humanidad desde 1987, no sólo destaca por su ubicación e historia, también debemos subrayar su factura arquitectónica, su función a lo largo de los siglos y su significado dentro del Casco Antiguo de la ciudad. Fue construida a imagen y semejanza del alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech (Marruecos).
Su aspecto actual data de 1568, año en el que se concluye su cuerpo de campanas, obra del arquitecto Hernán Ruiz II, que recreció el viejo alminar almohade con cuatro cuerpos decrecientes rematados por una escultura en bronce que representa el triunfo de la Fe (el giraldillo), que le sirve de veleta y da nombre al conjunto.
Patio de los Naranjos


Patio de los Naranjos.
Artículo principal: Patio de los Naranjos de la Catedral (Sevilla)
El patio de los Naranjos es el sahn de la antigua mezquita Mayor, o aljama, de Isbiliya. Al edificarse el edificio gótico pasó a ser empleado con funciones de claustro, aunque al estar abierto a la ciudad siempre ha sido lugar de paso, plaza pública, lugar de mercado y patio de juegos infantiles.
Hoy en día, el patio de los Naranjos es uno de los anexos más importantes de la Catedral de Sevilla y está totalmente integrado en el recorrido turístico y cultural, habiéndose convertido en un recinto sin sentido religioso.
Iglesia
La Catedral es un edificio insólito que posee cinco naves, que se distribuyen con perfecta orientación musulmana, mirando hacia levante. El aspecto más controvertido de ella es que no cuenta con una cabecera en el sentido gótico habitual en forma de ábside con girola, ya que su planta es un perfecto rectángulo que se corresponde milimétricamente con la de la alhama, de la que heredó, también, la insólita disposición de las puertas.
En relación a los muros, hay que decir que cuentan con poco espesor. Sin embargo, las capillas están separadas por estribos perpendiculares al eje central del templo, terminando en 28 pilares adosados que, con otros 32 exentos, soportan a 68 bóvedas ojivales. La luz natural es escasa, ya que las ventanas son pequeñas y soportan bellos vitrales.
Nave central


Retablo Mayor.
La impresionante nave central aloja a dos carismáticas edificaciones: el coro, flanqueado por grandes órganos, y la Capilla Mayor, de cuatro plantas, que aloja el retablo mayor. Entre ellos se sitúan tres zonas anexas: la nave de San Fernando, el crucero (cuyas bóvedas son las más altas de todo el conjunto) y el trascoro. Cada una de estas tres zonas se corresponden con las tres jerarquías de la ciudad medieval: la catedral regia o panteón de los reyes, la catedral eclesiástica o parte reservada al arzobispo y al Cabildo, y la catedral popular, situada hacia poniente.
Capilla Real
La Capilla Real hace las funciones de cabecera de la catedral. Se trata de una construcción singular, ya que es una especie de ábside renacentista situado donde cabría esperar una gran girola ojival, típica del gótico. En dicha capilla está ubicado el panteón del Rey San Fernando y de su hijo, Alfonso, junto con los sepulcros de algunos otros miembros de la familia real de la época. Asimismo, encontramos en ella a la imagen gótica de la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla.
Fachadas
El conjunto de la catedral sevillana, con todas sus recintos y elementos anteriores (patio de los Naranjos y Giralda), dependencias posteriores (Sacristía Mayor, Sala Capitular, etc.) y anexos (iglesia del Sagrario), se levanta exenta y aislada de cualquier otro tipo de edificaciones, ocupando toda una gran manzana.


Plano de la Catedral de Sevilla.
Cuenta por tanto con cuatro grandes fachadas, de muy distinta estética y arquitectura, que se corresponden a las diferentes fases constructivas por las que fue pasando a lo largo de la historia.
Puertas
Tiene un total de diez puertas de acceso:
Tres en su fachada occidental (a la avenida de la Constitución), que son:
1. Puerta de la Asunción.
2. Puerta del Bautismo.
3. Puerta del Nacimiento o de San Miguel.
Las citadas puerta del Bautismo y del Nacimiento son las más antiguas de la catedral, que comenzó su construcción por la fachada de los pies. Son obra que se estiman fueron realizadas hacia el año 1434.
La otra puerta de esta fachada, la de la Asunción, situada en el centro, es obra neogótica realizada en las últimas décadas del siglo XIX, entre los años 1877 y 1898. Es la puerta principal del templo, ubicada a los pies de la nave principal. De grandes dimensiones, en el tímpano muestra un relieve con el tema de la Asunción de la Virgen, mientras que a los lados, sobre las arquivoltas, aparecen magníficas esculturas de santos y apóstoles a tamaño natural, sobre pedestales y bajo doseletes, al modo habitual del gótico
Una al sur, que da a la plaza del Triunfo:
4. Puerta del Príncipe o de San Cristóbal.
Fue levantada entre los años 1887 y 1895 y se corresponde con el brazo sur del crucero. Proyectada por Adolfo Fernández Casanova, se concluyó en 1917. Es la más transitada, pues por ella acceden los turistas al interior de la catedral. Desde el año 2008 tiene en su zona de acceso una réplica del Giraldillo..
Dos en su fachada oriental (a la plaza de la Virgen de los Reyes):
5. Puerta de Campanillas.
6. Puerta de Palos.
La puerta de Campanillas debe su nombre a la época de la construcción de la catedral, porque desde allí se tocaban las campanillas para llamar al trabajo a los obreros. Las imágenes renacentistas, así como el relieve del tímpano que representa la «Entrada de Cristo en Jerusalén», son obra de Miguel Florentín de principios del siglo XVI.
La puerta de Palos se conoce también como de la Adoración de los Magos, por el relieve de este motivo que presenta en su tímpano, modelado por Miguel Florentín hacia 1520. La denominación de «Palos» es más conocida, y se debe a las rejas de madera que la separan de antiguas dependencias del cabildo catedralicio. Ubicada junto a la Giralda, por esta puerta realizan su salida de la catedral todas las Hermandades en Semana Santa tras hacer estación de penitencia en su interior.
Tres en su fachada norte al patio de los Naranjos:
7. Puerta del Lagarto.
8. Puerta de la Concepción.
9. Puerta del Sagrario.
La puerta del Lagarto, de decoración muy sencilla, comunica el interior de la catedral con una de las galerías del patio de los Naranjos, y recibe ese nombre por un lagarto colgado del techo con motivo de un antiguo exvoto o trofeo.
La puerta de la Concepción es también de factura moderna (1895-1927). Se encuentra en la parte norte del crucero y se abre hacia el patio de los Naranjos. De estilo neogótico, en su diseño intervinieron Demetrio de los Ríos y Adolfo Fernández Casanova, quien lo acabó en el año 1895.
La puerta del Sagrario comunica el interior de la catedral con la barroca iglesia del Sagrario. Fue trazada por Pedro Sánchez Falconete en el último tercio del siglo XVII. Está flanqueada entre columnas de orden corintio y cuenta en su parte superior con notables esculturas.
Una más en su lado norte, pero ya a la calle Alemanes:
10. Puerta del Perdón.
La puerta del Perdón es la más antigua de todas, pues es la única que se conserva de la vieja mezquita almohade. Situada en el centro de la calle Alemanes, da acceso al patio de los Naranjos. Conserva de aquella época un arco apuntado de herradura y su elaborada decoración geométrica. A principios del siglo XVI fue objeto de obras de decoración a base de imágenes de terracota realizadas por el escultor Miguel Florentín, destacando sobre ella el gran relieve de la «Expulsión de los Mercaderes», así como los ornamentos en yesería realizados por Bartolomé López.



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